Voluntariado en Familia

A nuestros proyectos, no solo van per sonas individuales, sino que también se apuntas familias que quieren vivir unas vacaciones y una experiencia distinta. Es el caso de la familia Fita:

Hacía tiempo que queríamos colaborar desinteresadamente en algún proyecto de carácter social fuera de nuestras fronteras. Nosotros vivimos en España, cerca de Barcelona, y a pesar que en todos los lugares puedes ayudar y ser solidario con las situaciones menos favorecidas, nuestra voluntad era conocer una realidad distinta a la de nuestro país y aportar un pequeño grano de arena.

Entramos en contacto con diversas organizaciones no gubernamentales, y nos acercamos a conocer diversos proyectos, todos ellos muy interesantes. Pero las propuestas de TALK ENGLISH AFRICA nos llamaron la atención en seguida por su facilidad de comprensión y ejecución.

De las diferentes posibilidades de colaboración elegimos EDUCACION PARA TODOS EN LIVINGSTONE (ZAMBIA). El programa duraba quince días, lo que nos permitía compaginar nuestras vacaciones con el voluntariado, y tomar un primer contacto con una realidad hasta ahora desconocida, y tener una base de conocimiento para preparar futuros proyectos más ambiciosos.

Decidimos participar en familia en el mismo programa, de manera que nos apuntamos la pareja y nuestro hijo de 19 años. El resultado no pudo ser más satisfactorio.

A nuestra llegada a Livingstone nos esperaban los organizadores, y hasta el final recibimos todo tipo de atención y fuimos perfectamente informados de todos los detalles. Hay que decir que la organización es perfecta, lo que redunda en una estancia agradable y en un resultado beneficioso para la comunidad donde prestábamos nuestro trabajo.

Diariamente se nos asignaba un centro de trabajo. Por la mañana compartíamos toda la familia el mismo cometido, enseñar en una escuela a niños comprendidos entre 4 y 15 años; y por la tarde, participábamos separadamente de las actividades previstas por la organización, que podía comprender enseñar inglés a adultos, compartir horas de compañía en una residencia de ancianos, o preparar juegos en horario extra-escolar.

La experiencia es sumamente gratificante.

Por un lado aportas una parte de tu esfuerzo y de tu conocimiento en beneficio de la instrucción de la comunidad, y pronto comprendes que la educación es el pilar básico y fundamental donde debe asentarse el desarrollo de un país, de una nación. Sin conocimiento la ayuda no es fructífera. El saber es el arma que debe utilizar un pueblo para prosperar.

Y por otro lado, dentro de uno mismo, se mueven sentimientos que te hacen sentir vivo.

No me olvido tampoco de la bonita relación que se establece entre los diferentes cooperantes. No importa la edad, ni la nacionalidad, que eran muchas y muy diversas, sino que comprendes que a todos nos ha unido la misma voluntad, el mismo interés, de ayudar.

Celebramos haber conocido éste proyecto y seguro que repetiremos.

Un abrazo,

Rosa Maria, Arnau y Carlos